El primer arranque autónomo de su sistema es lo que los ingenieros eléctricos llaman “la prueba de humo”.
No se preocupe si el sistema no llega a arrancar. Si la instalación se completó con éxito es posible que sólo haya un problema menor que impida que su sistema arranque Debian. En muchos casos estos problemas pueden arreglarse sin tener que repetir la instalación. Una opción disponible para arreglar problemas de arranque es utilizar el modo de rescate que está disponible en el propio instalador (consulte Sección 8.6, “Recuperar un sistema roto”).
Es posible que necesite ayuda de usuarios más experimentados si es nuevo a Debian y a Linux. Para arquitecturas menos habituales como es el caso de 32-bit soft-float ARM, su mejor opción es preguntar en la lista de correo debian-arm . También puede enviar un informe de instalación tal y como se describe en Sección 5.4.5, “Enviar los informes de la instalación”. Por favor, asegúrese de que describe claramente su problema y de que incluye cualquier mensaje que se muestra de forma que otros puedan diagnosticar el problema.